equilibrista de las letras

¡Desde el otro lado de la pantalla, te doy la bienvenida al nuevo circo de las rarezas de Ruka de colores!

Hoy nos acompaña el internacionalmente respetado y gratamente adulado por las multitudes (escúchese el redoble de tambores), el Sr. «Equilibrista de las letras». Este invitado posee la grandiosa cualidad, de conocer el lugar exacto que ocupa cada letra dentro de tu pensamiento. Para ello, baraja juegos de tipografías diferentes, mientras avanza sigilosamente con su monociclo y su paraguas. Estas letras elegidas al azahar, son transportadas a tu “sesera”, donde posteriormente, se transforman en ideas, sueños, relatos, frases, poemas, emociones y otras historias oscuras que es mejor no compartir dentro de estas palabras…

el equilibrista de las letras

Su manejo tipográfico no incluye el empleo de signos de puntuación, por lo cual, ideas que fueron concebidas sin intención de terminar en un punto final (pero debieron haber nacido con esta intención), acaban en un punto seguido, o en una saltarina coma. Este fenómeno puede convertirse en una circunstancia desastrosa para tu día a día. Pensamientos que debieron haber terminado categórica y rotundamente, siguen rondando tu cerebro por más tiempo, del que los especialistas en materia de letras y raciocinio, consideran pertinente. Es muy importante que tengas en cuenta esta circunstancia puesto que dar, y dar vueltas a lo mismo te puede producir efectos secundarios (en su mayoría negativos), de magnitud e índole diversa como por ejemplo: tristeza, dolor de estomago y de cabeza, vértigo, ansiedad, enamoramiento, mareos, insomnio…

Si te hacen falta letras que formen palabras, palabras que configuren frases, frases que se modelen como ideas o ideas que se constituyan en discursos, no dudes en cerrar los ojos y pedir la iluminación de este honorable amigo. Pero no olvides que los signos de puntuación, los pones tú. No vaciles en colocar un punto final, cuando lo estimes pertinente.

Punto final. 😉

argonautas: pánico escenico

“Ufffff”. Tipografías que unidas consecutivamente producen el sonido gutural de “uf”. Algo así como expresar vulgarmente la sensación de “sofoco estando sofocao”. Todo este rollo «pa» confesar abiertamente que estoy que no estoy; vamos, que no estoy del todo (no es lo mismo que “to be or not to be” aunque con mi limitado manejo del idioma anglosajón, podría ser una posible traducción en negativo, descontextualizando obviamente lo que Hamlet expresa… Shakespeare es Shakespeare  y yo a ese respecto no tengo «na» que decir…). Ya me estoy yendo «pa» cualquier «lao». La cuestión es la siguiente, estoy que no estoy por culpa y motivo del poco gratificante y altamente limitante “pánico escénico”. Ya sé que los argonautas no debemos tener este sentimiento, puesto que somos héroes en busca de nuestro vellocino dorado.  “Pero así no más es la “custion” (expresión de origen chileno que quiere decir lo que quiere decir). Aún llevando atado el hilo rojo, la predisposición a nuevas aventuras, la capacidad de reacción para cambiar rápido de lugar y todo lo que me puede hacer falta (linterna, lápiz, manzana, brújula…), la sensación está presente. ¿Algún consejo para terminar con el pánico escénico?

 Pánico Escénico

A mí se me ocurre: Seguir y no parar (no se yo…) o imaginar que los otros están desnudos (eso queda un poco raro cuando los otros eres “tú”, el que estas del otro lado de la pantalla… tal vez la web me censure ese pensamiento, o yo misma… de verdad no te quiero ver desnudo, ¿o sí?, que lío…) Bueno todo este rollo «pa» decirles que ¡Necesito ayuda! ¡Help me!