Después de varios días de tranquilidad, ensueño y descanso, en este hermoso pueblo en la montaña, conocimos a Nayen y Lilén. Dulces y sencillas mujeres que habían elegido una vida diferente, alejadas del ajetreado mundo del consumismo. Ambas habían nacido en una gran urbe y no conocían otra forma de vida que no fuese esa. Pero un día cada una de ellas se dijo a sí misma: «Basta»
Juntaron las cosas que creían esenciales, y ambas emprendieron un hermoso camino de búsqueda personal. Partieron hacia estas hermosas montañas donde viven y disfrutan de su día a día buscando la autosuficiencia sin la dependencia del sistema capitalista que las rodea.
Lilen y Nayen dicen que ahora sí que son libres.
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