Después de vivir una inolvidable noche de despedida junto al inesperado regalo de una grandiosa lluvia de estrellas que nos permitió pedir todos los deseos que teníamos guardado en lo más profundo del alma, y, acompañados del primer sol de la mañana, emprendemos viaje hacia nuevos y desconocidos parajes…
Nos llevamos en el corazón un trozo de los sueños de los habitantes de la pequeña aldea de las montañas y dejemos por nuestra parte, la gratitud por el cariño y los nuevos aprendizajes que estos días hemos adquirido.
Ahora solo nos queda ver hacia donde sopla el viento del norte y pedirle a nuestra «Rosa de los vientos» que nos ilumine en este nuevo andar.
Muchas gracias por seguir esta aventura y regalarme unas palabritas tan hermosas. ¡¡Hasta la próxima!!
Ruka de Colores by Vero Tapia ©