Esta mañana mientras degustaba una aromática taza de café, me vino a la cabeza la grata compañía que me hacen todos los amigos y amigas de Ruka de colores.
Siempre es bueno degustar esta bebida con tranquilidad, saboreando su textura y agradable aroma. Cuando consigues estas condiciones metafísicas puedes llegar a sentir el placer de una catarsis introspectiva. Debo confesar que puedo conseguir este efecto «mistico» ya que no suelo tomar ni consumir este tipo de sustancias psicoativa. Es decir, una taza de café en mi persona, produce efectos colaterales que en los consumidores habituales no suele tener.
El viaje «argonautico» de esta mañana, me llevó a visualizar a todos los amigos y amigas que tengo del otro lado de la pantalla. Una red que me permite tejer lazos afectivos, desde las montañas de mi Olba querida, hasta lugares en los que no he estado y tal vez nunca esteré. Allí en esos parajes rurales y urbanos, hay una ella o un él, con una vida e intereses diferentes o similares a los míos, que tiene la capacidad de compartir y regalar palabras, imágenes, música y sonrisas.
Tengo la suerte de que cada día por la mañana o por la tarde, puedo cosechar algunas de ellas. 😉 🙂 😀

Aprovecho también la oportunidad que me ofrece el aroma del café y sus efectos secundarios, para agradecer a El beso en el espejo, a Bella Espíritu y a Andrés de Eco Social y Ojo Critico por su nominación al Premio Dardos (es la segunda vez que me llega directo al corazón), y a Aquileana por su nominación al premio Wonderful Team Member Readership Award. Los animo a todos a visitar sus rinconcitos ya que son muy «salaos» y muy «majos».
Gracias o todos y todas por navegar conmigo. ❤ ❤ ❤
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