La sabia guerrera y el solitario árbol

…Erase una vez un solitario árbol…

…Erase una vez un dibujo de un viejo, solitario y frondoso árbol…

Un árbol, que como tantos otros árboles, había nacido en una pequeña libreta de apuntes de la «traviesa» pluma, de quien escribe estas palabras.

Pero un día llegó una pequeña, pero muy sabia guerrera con su lápiz de combate, y tomó el blanco entorno del dibujo y lo rellenó con un sonriente sol, unas blancas nubes y tres libres pájaros voladores.

Después, de esta mística operación, el dibujo quedó finalizado…

Ahora el paisaje estaba completo. Había en él, un viejo y frondoso árbol (que ya no era solitario); un sol, que iluminaba, alegraba y producía vida a través de sus zigzagueantes rayos; unas albas nubes blancas, que proporcionaban agua y sombra; y unos pajaritos de largas alas que, aparte de cobijarse y hacer de su casa a nuestro frondoso viejo amigo, podían viajar hacia todos los rincones del bosque, transportando semillas, música y noticias, con su elegante y majestuoso movimiento de alas.

Marina y Vero

Muchas gracias valiente guerrera por retocar y compartir mi espacio en blanco y enseñarme los componentes, esencialmente necesarios, para dar vida y acompañar, a un solitario, viejo y frondoso árbol. ❤ ❤ ❤

(Para la dulce guerrera de lápiz en mano y ojos de mar).

Ruka de Colores by Vero Tapia ©

Sobre las cosas aprendidas

Hoy es domingo 25 de Enero, el día del cumpleaños de mi «Mami».

¡¡Hola Mami!! ¡¡Feliz cumpleaños!! 🙂 XD 😉 😛 😀

Como ella está muy, pero muy lejos, en un viaje «Argonáuticos Interestelar», le voy a dejar un regalito en mi Ruka de Colores. Así, este donde este, lo puede disfrutar.

¡¡Redoble de tambores!!

Para este año mi regalos es: «Algunas cosas que aprendí de ella y que me acompañan en mi día a día».

Lo primero de todo, aprendí a saborear la vida aunque a veces la vida nos «pique» un poquito, o más que un poquito… Es decir, las cosas que nos pasan en la vida, se parecen al sabor del «ají» (guindillas): sabrosas, pero nunca sabes si el siguiente trozo, te picará.

Saborear la vida

Aprendí también, a disfrutar las bebidas calientes, frías… Sííí… Leíste bien. Es uno de esos aprendizajes inútiles y absurdos… Pero que le vamos a hacer… El día menos pensado te encuentras haciendo lo mismo que creíste nunca ibas a hacer…

Ahora, mientras escribo estas palabras, me acompaña una taza de té bien calentito que estoy dejando enfriar 🙂

El té frío2

Y por último, a conocer la «Segunda vida de un Camote». Cuando era pequeña mi Mamá compraba unos grandes «camotes» (boniatos) y los ponía en vasos con agua. Cuando comenzaban a brotar se convertían en unas hermosas plantas colgantes. De este simple proceso biológico, llevado a cabo año tras año en mi infancia, aprendí que siempre se puede «Renacer». De un tubérculo que parecía ya no tener vida, nuestra familia se llenaba de ella. XD

se puede renacer

Como siempre, me quedan un montón de cosas en el tintero… Pero el día se termina y el regalo se tiene que entregar. ❤ ❤ ❤

Saludicos y feliz nueva semana. En lo posible «repleta de colores». 🙂