Día 23 – Lodoso

Hay cosas que me ponen de muy mal humor Rukit@s.

Una de ellas es la artística impronta oscura de unos zapatos repletos de barro por el suelo de mi cocina. No sé como, ni con qué magia divina, consiguen despertar a la «maruja asesina» que llevo dentro. Grrrr…

Cuando estoy en este trance divino, suelo utilizar armamento pesado contra los infractores… Ups.

Con mi bastón de poder en una mano y las zapatillas de ir por casa en la otra, termino con la obra artística y con el transgresor.

Una vez más los ultra poderes del «marujismo», han triunfado. Biennnn!!

Día 23 – Muddy #inktober 

Saludicos de colorines colorados 😉

Ruka de Colores by Vero Tapia ©

Madre en apuros

Estimados Rukit@s seguimos con «El diario de un adolescente, un cachorrito y la madre que los parió».

Me pregunto muchas veces a mi misma, ¿como transcurren mis días que desgraciadamente no me permiten sentarme a disfrutar de mi Ruka de Colores y de todos los Rukit@s que me acompaña desde el otro lado de la pantalla? Pues de eso va esta entrada.

Cada día de mi vida se inicia como si fuese una nueva página en blanco dispuesta a rellenarse de todos los colorines colorados «habidos y por haber». Me despierto con una inmensa sonrisa y la agradable sensación de un nuevo día entero para disfrutar. Pero como todas las madres y padres que tienen adolescentes, cachorritos y otros diminutos compañeros… nada más tomar conciencia de la situación, las obligaciones empiezan a alterar ese «frágil» equilibrio… que si desayuno, deberes, colaciones, bocadillos, orden, limpieza, compras, imprevistos varios, almuerzo, comida, merienda, colegios, estudios… Ufff…Ufff… Ufff…

Entonces te ves atrapado en una vorágine de circunstancias, qué no solo alteran tu «equilibrio espiritual», sino todos los demás equilibrios que te acompañan. A esas alturas solo puedas considerarte un ser «desequilibrado».

Madre en apuros

¿Entonces como puedes terminar el día? Nada más y nada menos que agotad@.

Saludicos de colores 😉

Ruka  de Colores by Vero Tapia ©

Comunicado de última hora

La asociación sindical de «Calcetines Guachos» con el apoyo corporativo del grupo de «Calcetines Anónimos», declara:

Calcetines unidosPrimero: El testimonio emitido por el conocido  Tirano «Dedo Gordo», es una burla contra este democrático Grupo Social Obrero.

Segundo: Denunciamos que el Dictador está siendo apoyado por el «populismo sentimentalista» de algunos reductos de la Troika.

Tercero: El maltrato y casi exterminio al que estamos siendo sometidos día a día con la aprobación del Tirano y las Cúpulas Políticas que lo acompañan, debe ser juzgada.

Cuarto: Exigimos la dimisión de Dedo Gordo y de todos y cada uno de sus mafiosos secuaces, además de la reivindicación de todos nuestros derechos.

Bandera de los alcetines anónimos

Asociación sindical de Calcetines Guachos y  Calcetines Anónimos.

Pseudo, ¡Hay algo debajo del sofá!

Y para terminar la semana…

Pseudo, ¡Hay algo debajo del sofá!

Dedo gordo

Dedo gordo era el hijo mayor de los señores «Pedes in Terra». Sus cuatro hermanos le llamaban «Pulgui, Pulgar o Pulgarcito».

Lo habían apodado así, ya que Dedo Gordo les recordaba mucho a un famoso de la farándula de aquel entonces… Pero nadie sabía con exactitud, quién era ese famoso… Grandes autores, relatores, publicistas y periodistas, escribieron extensas crónicas sobre lo que creían, era su «vida privada». Pero nunca llegaron a encontrar ninguna fuente fidedigna en la que pudiesen apoyar sus relatos…

Dedo Gordo deseaba ser como él. Nuestro amigo era amble, aunque un poco tímido y bastante curioso. Soñaba con viajar y recorrer el mundo. Al atardecer de los cálidos días de verano, solía esperar la penumbra, empapándose con los últimos rayos del sol. Le gustaba sentir en su propias carnes las bondades e inclemencias del tiempo.

Era feliz… Aunque su corazón escondía un gran secreto. Cuando el equinoccio de otoño tocaba su puerta, su cara se tapaba con delicadas prendas de lana, lino o algodón. Acurrucaba su cuerpo junto al de sus cuatro hermanos, dentro del regazo de una cajita cerrada, para evitar el frío invernal…

Estimado lector, ese instante que podría haber sido un idílico momento, se destruía repentinamente ya que el protagonista de nuestra historia, lamentablemente era «claustrofóbico»… Upsss….

Dedo gordo

En esos tristes minutos, se podía oír el silencioso aullido de Dedo Gordo…

Cada día y cada noche intentaba escapar de su confortable prisión, levantando su redondo cuerpo. Su constancia finalmente le regalaba una pequeña ventana por donde sentir la lluvia, el aire y los rayos del sol.

¿Dónde está el calcetín con rayas?

Pseudo está confundido…

lo que busca pseudo

Estimados amigos y amigas de Ruka de colores. Les dejo al pobre Pseudo enormemente confundido. Por ahora no encuentra ninguna explicación lógica sobre el posible paradero de su calcetín…

PD: Les cuento que este relato se esta tejiendo entre los que estamos de este lado de la pantalla y los que se encuentran del otro. Sí alguien tiene alguna explicación «pseudocientífica» respecto al tema y desea compartirla, yo encantada la incluyo dentro de la investigación.

Muchas gracias a todos y todas por participar de este «absurdo delirio creativo».

Les deseo una muy feliz semana de colores. 🙂

El sueño de Pseudo

Pseudo era un hombre solitario. Le gustaba compartir su espacio vital con «Masomenos» su perrita, y con su ejercito de ideas de colores. Tenía una mente creativa. Mirando a su alrededor, había conseguido entender enigmas tan trascendentales, como la inexistencia evolutiva del perrofante.

Como con cada una de las cosas que daba por concluida, había realizado un hermoso boceto que había guardado dentro de la gran carpeta de los proyectos resueltos.

Pero había una cosa que le intranquilizaba… cuando por la noche observaba el cielo estrellado, pensaba sí era racionalmente posible, la existencia de vida inteligente del otro lado de la galaxia.

Soñaba muchas veces con ese misterio… esa incógnita cada vez lo obsesionaba más y más.

Pero una noche mientras dormía plácidamente en su salón, se despertó con la certeza de haber conseguido resolver esta cuestión.

Debía realizar una máquina que permitiese el transporte de un ser cualquiera hacia otra galaxia utilizando el principio del «agujero de gusano».

Pseudo se levanto a toda prisa y empleando una lavadora automática en desuso, lo consiguió.

Para probar su nuevo invento, introdujo en el tambor de la máquina lavarropa un calcetín a rayas con el que cubría su pie izquierdo…

El Sueño de Pseudo

El calcetín con rayas, nunca regresó…

Pseudo, el científico

Erase una vez un científico cuyo nombre era Pseudo.

Una noche tuvo un sueño revelador…

Seudo el cientifico

 

Paciencia tendrás que tener, sí esta nueva parte de la investigación, deseas conocer. 😉

Ratoncitos

Sí dientes, sí calcetines…

ratoncitos

Ya empiezan a aparecer los responsables. 😛

Las variables «pseudocientíficas»

En esta fase de la investigación «pseudocientífica» que estamos llevando a cabo, nos detendremos a considerar las variables del proceso.

Como este estudio desea ser absolutamente fiable y eficaz, te propongo científicamente hablando, que observes la siguiente imagen por el tiempo que estimes pertinente, de la manera más objetiva e imparcial que tu sensibilidad te lo permita.

Variables

¿Qué has visto? XD

Por sí aún no lo tienes del todo claro o piensas que tu reflexión es equivocada, te explicaremos que en este formal diagrama podemos observar a la izquierda del recuadro, las dos variables objetivas en las que se sustenta el estudio, y en la parte derecha del mismo, los posibles resultados que podemos obtener aplicando estas variables.

Ahora bien, ¿Porqué obtenemos resultados diferentes?

He aquí el meollo del asunto…