Argonautas: «El Escuchante» y «El Opinante»

Estimados viajeros «Argonáuticos», mis sinceras disculpas por encontrarme tanto tiempo alejada de este grupo ínter-estelar. Espero y deseo que la búsqueda personal del vellocino dorado siga siendo un fructífero y hermoso camino a través de este colorido paraíso terrenal.

Yo por mi parte les cuento que fui absorbida por un agujero negro, y un grave descuido, me impidió seguir una de las principales recomendaciones para viajeros de nuestra estirpe. Les recuerdo que el muy sencillo acto de «Portar un hilo rojo atado al dedo corazón», podría haber sido mi salvación. Este mágico artilugio, nos puede servir de «Cable a tierra» en aquellas puntuales ocasiones, en las que no sabemos o no podemos encontrar la salida o el camino de regreso.

Esta brutal negligencia me ha llevado hacia una adversa pero evitable circunstancia, que me ha costado varias luchas internas y/o externas, contra mi invisible y nebuloso lado oscuro. Uff…

La buena noticia es que ya estoy aquí. Con nuevas preguntas… pero con menos respuestas… Por ello me he tomado la libertad de escribir estas palabras y de paso poder reflexionar sobre ellas.

Existen dos personajes con los que nos solemos encontrar en toda clase de eventos sociales: «El Escuchante» y «El Opinante». Muchos de ellos transitan por nuestro mundo dirigiéndose hacia nosotros, con polifacéticos y dictadores argumentos.

Un detalle que debemos tener en cuentan y no puedo dejar de destacar, es que ambos personajes no pueden vivir sin su «homónimo». O mejor dicho, sin su «antagónico». Es decir, no pueden existir el uno sin el otro.

Patológicamente solemos encontrarnos en uno de estos dos grupos humanos. Cual de los dos grupos formaremos, depende del momento y las circunstancias personales que tengamos en ese preciso instante o en esa puntual situación.

El Opinante, siempre tiene que dar a conocer su punto de vista sobre lo que se esta debatiendo en ese momento. Opina sobre todas y cada una de las danzarinas ideas que entran a la pista de baile. Le cuesta mucho, o le es imposible, callarse o intentar escuchar. Por ello una simple conversación se torna un largo y reiterativo monólogo, que circunscribe siempre el mismo transito dialéctico. Ese transito dialéctico se conoce vulgarmente bajo nombre de «Youpino» (recordemos a «31 Minutos» y su «Yo opino», que ilustra a este prototipo humanoide de forma realmente genial). Si por esas casualidades de la vida, se juntan dos Opinantes o más, la situación suele ser «insostenible» para los Escuchantes de turno.

El Opinante

En el lado opuesto del cuadrilátero, se encuentra el Escuchante. Silenciosamente oye lo que el Opinante dice. Piensa, reflexiona, o simplemente desea que el tiempo transcurra… Que transcurra, lo más rápidamente posible… Desea abiertamente que Cronos escuche sus plegarias y le permita salir de allí con la rapidez de un simple suspiro. Otras veces utiliza sus mágicos poderes y bloquea el sentido de la audición… Ahora se encuentra ausente de la larga y absurda plegaria, en la que por motivos de índoles diversas, estaba inserto.

Como buenos argonautas, debemos intentar encontrar el equilibrio entre ambos personajes. Ambas camisetas nos impiden caminar hacia la búsqueda del vellocino dorado y la libertad de disfrutar de nuestro hermoso jardín personal.

Sin más que decir y esperando que los cambios nos inunden, se despide cariñosamente, una viajera argonáutica. Feliz semana de colores.

Ruka de Colores by Vero Tapia ©

Un «Herrerillo»

En esta parte del mundo tímidamente empieza a despertar la «florida y aromática» primavera.

Les dejo a un hermoso «Herrerillo» deleitándose de los suculentos brotes del árbol que me observa mientras dibujo.

Un Herrerillo

Saludicos, pero esta vez, de colores primaverales. 😉

Ruka de Colores by Vero Tapia ©

Sobre las cosas aprendidas

Hoy es domingo 25 de Enero, el día del cumpleaños de mi «Mami».

¡¡Hola Mami!! ¡¡Feliz cumpleaños!! 🙂 XD 😉 😛 😀

Como ella está muy, pero muy lejos, en un viaje «Argonáuticos Interestelar», le voy a dejar un regalito en mi Ruka de Colores. Así, este donde este, lo puede disfrutar.

¡¡Redoble de tambores!!

Para este año mi regalos es: «Algunas cosas que aprendí de ella y que me acompañan en mi día a día».

Lo primero de todo, aprendí a saborear la vida aunque a veces la vida nos «pique» un poquito, o más que un poquito… Es decir, las cosas que nos pasan en la vida, se parecen al sabor del «ají» (guindillas): sabrosas, pero nunca sabes si el siguiente trozo, te picará.

Saborear la vida

Aprendí también, a disfrutar las bebidas calientes, frías… Sííí… Leíste bien. Es uno de esos aprendizajes inútiles y absurdos… Pero que le vamos a hacer… El día menos pensado te encuentras haciendo lo mismo que creíste nunca ibas a hacer…

Ahora, mientras escribo estas palabras, me acompaña una taza de té bien calentito que estoy dejando enfriar 🙂

El té frío2

Y por último, a conocer la «Segunda vida de un Camote». Cuando era pequeña mi Mamá compraba unos grandes «camotes» (boniatos) y los ponía en vasos con agua. Cuando comenzaban a brotar se convertían en unas hermosas plantas colgantes. De este simple proceso biológico, llevado a cabo año tras año en mi infancia, aprendí que siempre se puede «Renacer». De un tubérculo que parecía ya no tener vida, nuestra familia se llenaba de ella. XD

se puede renacer

Como siempre, me quedan un montón de cosas en el tintero… Pero el día se termina y el regalo se tiene que entregar. ❤ ❤ ❤

Saludicos y feliz nueva semana. En lo posible «repleta de colores». 🙂

Un desafío mágico (y también muy majo)

Hace ya un puñadito de lunas que la Vero Boletta (la «Super tocaya») desde su rinconcito En Humor Arte, me invitó a participar de un divertido desafío con características mágicas y «majícas» (muy majas), que por más lunas luneras que han iluminado y deslumbrado mi pícaro andar, y que por más viajes transoceánicos hacia los rincones más recónditos de las genealogías, no he podido olvidar…

Y aquí estoy, aunque a paso de «tortucol» o «caratuga» (entre tortuga y caracol o caracol y tortuga), respondiendo al llamado de la tocaya. XD

Ahora escuchen un enorme redoble de tambores para darle la bienvenida al asunto…

El desafío de la Vero consiste en…

«Dar a conocer el lugar desde donde se bloguea»

Mira tú… Nada más, ni nada menos… Y yo despistadamente viajando y caracoleando… Ups…

Pues no se hable más… Vero, esta compañera Argonauta acepta gustosamente tu invitación hacia el epicentro del asunto.

Y ahora con tod@s ustedes, mi delirante y creativo inframundo. Repleto de todo tipo de objetos misteriosos y rodeado de recuerdos, fantasmas y pinceles.

El taller de una delirante creativa

Pero la magia blanca de la tocaya debe compartirse con 5 compañer@s bloguer@s… Que a su vez podrán compartirlo con otros 5 compañer@s más… o 6, o 7, o los que deseen.

«Ancas de ranas, ojos de ratón, que los Argonautas elegidos lleven a cabo la misión» 😛

https://bremarilaochoa.wordpress.com/

https://ecosocialojocritico.wordpress.com/

https://atlasdegeografiapoetica.wordpress.com/

https://donovanrocester.wordpress.com/

https://grojol.wordpress.com/

https://caroicastre.wordpress.com/

http://gorriondeasfalto.com/

https://bosquebaobab.wordpress.com/

Saludicos, feliz semana y que Constancia nos acompañe a tod@s. ❤

Las «gracias» y el aroma del café

Esta mañana mientras degustaba una aromática taza de café, me vino a la cabeza la grata compañía que me hacen todos los amigos y amigas de Ruka de colores.

Siempre es bueno degustar esta bebida con tranquilidad, saboreando su textura y agradable aroma. Cuando consigues estas condiciones metafísicas puedes llegar a sentir el placer de una catarsis introspectiva. Debo confesar que puedo conseguir este efecto «mistico» ya que no suelo tomar ni consumir este tipo de sustancias psicoativa. Es decir, una taza de café en mi persona, produce efectos colaterales que en los consumidores habituales no suele tener.

El viaje «argonautico» de esta mañana, me llevó a visualizar a todos los amigos y amigas que tengo del otro lado de la pantalla. Una red que me permite tejer lazos afectivos, desde las montañas de mi Olba querida, hasta lugares en los que no he estado y tal vez nunca esteré. Allí en esos parajes rurales y urbanos, hay una ella o un él, con una vida e intereses diferentes o similares a los míos, que tiene la capacidad de compartir y regalar palabras, imágenes, música y sonrisas.

Tengo la suerte de que cada día por la mañana o por la tarde, puedo cosechar algunas de ellas. 😉 🙂 😀

Gracias por navegar conmigo

Aprovecho también la oportunidad que me ofrece el aroma del café y sus efectos secundarios, para agradecer a El beso en el espejo, a Bella Espíritu y a Andrés de Eco Social y Ojo Critico por su nominación al Premio Dardos (es la segunda vez que me llega directo al corazón), y a Aquileana por su nominación al premio Wonderful Team Member Readership Award. Los animo a todos a visitar sus rinconcitos ya que son muy «salaos» y muy «majos».

Gracias o todos y todas por navegar conmigo. ❤ ❤ ❤

Sobre callampas y homo sapiens

La grata locura de recoger hongos, setas y callampas, apareció en mi vida hace ya un puñadito de años. Recuerdo el momento como un destello mágico…

Aquí, en esta tierra que me cobija, es muy común y hasta normal, pasear por las montañas cumpliendo el rol de un homo sapiens recolectar. Aquí se recoge todo, hongos, setas, espárragos, endrinas, flores de hipérico y de violetas, serbas… Todas cosas naturales, silvestres y «bio».

Mostrario de setas raras

Uy, ahora que lo pienso… en todos los años que viví en mi comarca «neonatal», nunca escuché, ni supe, ni vi, a ningún individuo y ni a su familia al completo, que se fuesen a los bosques a recoger nada… Echando una mirada al pasado puedo recordar que en algunos momentos determinados de mi vida y la de mi familia, sí que actuamos como grandes homo recolectores. Una concha marina, unas moras silvestres, unas semillas de rosa mosqueta, unas piñas de pino…

Pero hongos y setas, no. Señoras y señores, rotundamente, no.

En aquel entonces el único hongo silvestres que se consumía en mi territorio primigenio era la «Callampa» (Suillus luteus, Boletus luteus). Un hongo de la familia de los boletus que normalmente consumíamos seco y que se recogía en bosques de Pino radiata. Pero eso lo hacían los expertos. Los normales lo comprábamos por ahí. Esta maravilla de la naturaleza era empleado en la preparación de la autentica «boloñesa» nacional. Que nada tiene que envidiarle a la Italiana. 😉

Desde pequeñita fui muy observadora y recibí del universo una enseñanza que me ha permitido ser una viajera «argonáutica». El universo me dijo:

«Donde fueres, haz lo que vieres».

Y aquí estoy llevando a la práctica tan importante enseñanza.

En estas latitudes del planeta tierra, en cuanto empiezan a salir los hongos, todos y todas se vuelven locos y locas. Y yo, la primera.

De las ciudades suben a las montañas con la canastita y la cuchilla en mano. Por supuesto, con un buen y fenomenal pic-nic. En este paralelo el delicado tema de la buena mesa no está en juego.

Yo, para evitarme tanto desplazamiento, elegí vivir en la montaña. Así puedo ser la primera en «coger»…

La avalancha humana que genera tan vital acontecimiento natural, denominado en la jerga común con el pseudo apodo de «domingueros» o «seteros», suele estar compuesto por un grupo humano capaz de arrasar todo lo que pilla a su alrededor. Antropologicamente hablando, son homo sapiens sapiens, que de sapiens sapiens, no tienen na. Lo digo sin ofender a nadie. Es que no se puede ir por la montaña sin conocimiento. Las cosas hay que hacerlas bien. Un homo sapiens sapiens nunca deja la basura del pic-nic colgada de un pino. Ese hominido, el sapiens sapiens, es capaz de portar su propia basura. Tal como la trae, se la lleva. ¿Parece sencillo, verdad?

Lo mío, en cuanto al tema de las setas se refiere, aparte de ser un aprendizaje primario, osea de simple imitación, también tiene un contexto mas desarrollado. Posee un aspecto culinario gastronómico que me llena de alegría las mariposas del estomago, y un aspecto científico-artístico que logra encantar a todos los pájaros de colores que anidan en mi sesera.

Aquí estoy tocando el éxtasis y la gloria bendita, todo gracias a la lluvia, la pacha mama, al bosque y a las hermosas «callampas». 🙂

argonautas: la llama de la libertad

Hace bastante tiempo que no escribía nada para los viajeros interestelares argonáuticos. Lo siento, pero es que necesito más horas cada día, de las que el día en sí mismo me suele ofrecer… Aún así, les recuerdo que uno de mis principales objetivos existenciales, sigue siendo la búsqueda del vellocino dorado. (Por si las moscas… 😉 )

Esta mañana me desperté con una nueva idea rondando mi cabeza. Estimados Argonautas, no olviden nunca que «El que nace chicharra muere cantando»… A mi parecer, unas sabias y muy saludables palabras para la etnia humana que profesamos. A mí, en lo personal, me han calado en lo más profundo de lo profundo.

Viajeros planetarios, yo creo fehacientemente que todos debemos ser medio hormiga, medio chicharra y algunas veces, más chicharra que hormiga. Bueno… al menos eso es lo que piensa esta humilde servidora.

Esta última cuestión, no la comentes con nadie. Es que no se puede vivir en este mundo siendo medio chicharra o chicharra entera y estar orgullosa de ello. Tampoco está permitido (por los altos y bajos mandos universales), hablar del asunto abiertamente o en un espacio público como este. ¡No!, y rotundamente ¡No!… Señoras y señores, podemos hablar de que somos unas excelentes hormigas. Eso sí. Todo un mundo repleto de buenas y responsables hormigas. ¡Qué asco!…

El vellocino dorado no está en el hormiguero. Para encontrarlo debemos rebasar los límites de nuestro mundo y entrar de lleno en el submundo.

Hormigas y hormiguero

Pero cuidado. La convención universal de hormigas, gobierna el planeta y tiene muy clara la función y el rol que cumplirás dentro de sus propios engranajes. No titubees ni un mísero segundo. Debes ser una chicharra para poder ver más allá del mundo de las hormigas. Si no te lo permites, te convertirás vulgarmente en una simple hormiga… Una más del hormiguero… No lo hagas… Tienes más cosas buenas de las que tú piensas, para ofrecer a la unión estelar.

Ahora que ha llegado el momento, y sin pedirle permiso a la convención universal de hormigas (obvio), toma tu «llama» de la libertad y montante en ella para cruzar todas las fronteras pre establecidas por este absurdo sistema. Sí para romper las ataduras necesitas algún título oficial, desde ahora en adelante, te otorgo el título de «chicharra ad honoren». Osténtalo orgullosamente y viaja por lugares y rincones recónditos intentando que tu cambio de vida ponga orden dentro del aparente caos que reina en el orden de este hormiguero. Deseo que conozcas personas maravillosas que buscan lo mismo que tú.

Para emprender esta nueva empresa, cárgate de sueños, ilusiones y alegría. Tal vez, en el siguiente cruce de camino, nos veamos al pasar.

Niña y llama

Amig@ argonauta, recuerda que me llamo Vero y que también soy una chicharra.

Para que puedas distinguirme de las otras Veros, recuerda que llevo mi propia «llama de la libertad».

delirios de taller

¿Les cuento un secreto? Desde que era una niña, mi cabeza vuela por amplios espacios intangibles repletos de seres diminutos. La capacidad de soñar y de imaginar, han llenado gozosamente mis momentos de tranquilidad, con increíbles historias. Esta necesidad vital, ha sucumbido en la creación de numerosas improntas realizadas sobre distintos cuadernos de apuntes. Estas notas, son capaces de exhalar, olores misteriosos, ruidos desconocidos, y sublimes conversaciones metafóricas… O al menos, a mí, me lo parece.

Ya sé lo que estas pensado, y tienes razón. Nuevamente nos aproximamos a mis alegres delirios… Que se la va a hacer… Es que soy así… Una soñadora empedernida…

Mi mundo

Me pongo a dibujar y todo se llena de vida. Esos diminutos desconocidos, nacen simplemente de un sencillo grafismo. ¡Pero no te equivoques! Ellos (y ellas) tienen una personalidad y una funcionalidad determinada. Esto les permite tener una prístina claridad frente a su realidad existencial. Por esta razón, no necesitan realizase absurdas preguntas (¿Quién soy? ¿Adónde voy? ¿Con quién voy?), ni mucho menos, leer libros de auto ayuda. ¡Menuda suerte!  ¿Los quieres conocer?

Tengo por ahí guardado un científico loco, que trabaja noche y día en una revolucionaria máquina capaz de convertir, cosas en sonrisas. ¡Algo bien necesario para este mundo!.. Los caballerescos Floro y Plisplas, tocaron a mi puerta para enseñarme a luchar ferozmente contra tormentas y fantasmas… De un salto casi mortal, caí en el circo de las rarezas. Mi primer personaje: «El Equilibrista de las Letras». Hombre bigotudo que viaja en un monociclo recogiendo tipografías, que pueda posteriormente convertir, en importantes ideas. No olvidaré, el señalado día, en que me encontré por casualidad con una rana feroz, con aspecto inofensivo y corazón de caramelo… ¡No se puede ser feroz con aspecto inofensivo y tener el corazón de caramelo! Sospechoso… ¿Y la Caperucita? Cada cierto tiempo me viene a visitar…

Estos son solo algunos miembros de mi rocambolesca familia imaginaria. Faltan por ejemplo, los Argonautas, Florinda, un Perro con los ojos de botón, el Lobo Feroz y Agustina, entre muchos otros.

¿Te ánimas a seguir mis delirios creativos?

de viajeros y de viajes

¡¡Feliz fin de semana!!

Con hire montaña de arpillera

Para tod@s los que les toca partir y/o regresar de un viaje local, interestelar, de vacaciones, ya sea caminando, en bicicleta, en caballo, sobre dos ruedas, sobre una, sobre sus emociones o bajo ellas, desde Ruka de colores les deseo  que disfruten de ese momento, y que puedan convertirse en exploradores y viajeros «argonaúticos».

MUY IMPORTANTE: No es lo mismo ser un viajero normal (de esos que no saben que están viajando), que ser un viajero tipo «argonauta».

(Mensaje privado: «Saludicos argonautas de la nueva era, cuento con ustedes para formar la hermandad galáctica»). 😉

argonautas: el míster y el barón

La otra noche mientras miraba distraídamente el cielo estrellado a través de las transparentes cortinas de la imaginación, se me rebeló un importante secreto. Es de máxima prioridad que lo pueda compartir con viajeros galácticos tan avezados como los que están del otro lado de la pantalla. Argoanutas, como viajeros natos que sois, os recomiendo encarnecida mente no contar con la compañía ni la presencia de seres oscuros como míster “Pan Iko”y el barón “Pre  Okupado”.  Aunque nuestra esencia estelar sea pura, o seamos individuos extremadamente sociables, o nos guste relacionarnos con todo tipo de viajeros estelares, “Pan Iko” y «Pre Okupado”, no deben ser invitados a los viajes interplanterios. Ni siquiera debieran ser nombrados. El solo hecho de pensar en ellos pude producir un fenómeno metafísico (explicado a través de la física cuántica, obviamente…) cuya manifestación sintomática primaria es el bloqueo emocional (dícese de situaciones en las que asiduamente te quedas en blanco o en negro) En caso de que la metamorfosis camine hacia patologías extremas, “Pan Iko y Pre Okupado”, suelen invitar a un caballero «super oscuro». Su “gracia” (o más bien desgracia) es “Depre Sión”. Es familiar directo de Pan Iko. Este formal personaje de capa y lentes oscuros suele venir acompañado de “leidy”  “Atakedean  Siedad”…

El míster (Pan Iko) y el barón (Pre Okupado), se materializan en tu presencia en el momento justo en que pregonas tu bien intencionada invitación. Ellos suelen hablarte silenciosamente al oído y con solo percibir el murmullo de su melodiosa y melosa voz, te dejan anclado, plantado y/o enterrado. Este fenómeno es conocido por los expertos como fenómeno avestruz (no pueda dar más detalles al respecto ya que ciertos poderes estelares facticos me están observando). El fenómeno avestruz se relaciona estrechamente con la conocida dinámica del “borrego “y, en su vulgar formato, bien denominado, “borreguismo” (si no conoces el significado de este último término te recomiendo urgentemente que busques definiciones del mismo, ya que puede que te encuentres, por desconocimiento, dentro de este ejército devastador.)

el míster y el baron

Estimados argonautas por el bien de la hermandad galáctica: no invites ni al míster ni al barón. Gracias por tu colaboración y que la fuerza te acompañe.